"Sí", contesté, "y muy pronto todo el mundo del culturismo sabrá que aspecto tiene." El tema de nuestra conversación era un tal Phil Heath, que el día anterior había ganado los títulos en las categorías peso pesado y la general en los Nacionales Junior NPC de 2005 celebrados en la ventosa ciudad.
Un par de semanas antes, había visto un par de fotos de
Phil en la web Get Big. Me habia quedado asombrado por la calidad de su musculatura. Tenía que encontrar el número de de teléfono de este tío y firmar con él. Por casualidad, Jay Cutler (unos 15 meses antes de su primera victoria en Olimpia) me había llamado para decirme: "Hay un chaval en Colorado que va a ser grande un día."
Me puse en contacto con Phil en Bally Total Fitness en Denver, donde llevaba una tienda de nutrición. Al principio estaba un poco desconcertado por mi interés. Resumiendo: le ofrecí un contrato y él lo aceptó. Phil causó sensación en los nacionales junior donde dejó en la cuneta a muchos aspirantes a firmar un contrato.
El Heath Phil que caminaba hacia nosotros ese día en LAX era un tormo 95 kilos de puro músculo coronados con una sonrisa reluciente. Mi esposa observó que sus ojos eran verdes (las mujeres se fijan en esos detalles), lo que sumaba al impacto de su apariencia. Habíamos planeado llevar a Phil a Gladstone, un restaurante famoso en la carretera de la costa del Pacífico, el cual daba al mar. Sin embargo, puesto que era el Día del Padre el tiempo de retraso fue de dos horas, así que lo llevamos al Valley a unos 40 minutos. Cualquier otro culturista privado carbohidratos en estado de post-competición podría haberse como mínimo erizado por tener que esperar tanto tiempo para su sustento, pero Phil se lo tomó en plan "no hay problema tio".
EL EXPEDIENTE HEATH
Phil nos contó su vida hasta ahora. Nació el 18 diciembre de 1979, en Seattle. Su padre se fue de casa cuando era tan solo un bebé y aunque las calles de Seattle puede que no fueran el mejor sitio para crecer, su madre, Rosella lo mantuvo estudiando y le hizo ir a clases de piano. Hoy es un magnífico pianista clásico. Más tarde Phil dejó Seattle para jugar al baloncesto de la Universidad de Denver. Cuando en 2002 decidió dejar el aro comenzó a trabajar en el Bally Ese verano empezó a entrenar y consiguió pasar de 72kg a 84kg s en tan sólo unos meses. Ese mismo año en los Campeonatos de Culturismo de las Montañas Rocosas, el vigente Masters Olympia Claude Groulx le dijo a Phil que lo tenía todo en él para convertirse en un profesional. Era noviembre y Phil puso su mirada de inmediato en entrar en el campeonato del norte de Colorado de abril del año siguiente. Con 87 kilos no solo ganó los títulos de peso semipesado y la general, sino que un premio aún mayor fue entablar una amistad, que está destinada a ser de por vida, con Jay Cutler.
En junio de 2003 conoció a su esposa Jennie, con la que se casó en 2007, quien ya tenía un hijo, Michael, de 17 años.
Para mí, el rasgo que verdaderamente hace a un campeón de culturismo es su fuerza mental. Una buena genética es un gran comienzo, pero si no tienes la fuerza mental, la iniciativa y la dedicación de necesita un campeón para explorar los límites de sus capacidades, nunca vas a ser el líder del tu gimnasio. Lee Haney, Dorian Yates, Ronnie Coleman y Jay Cutler la tuvieron. Para mí estaba claro ya en junio de 2005 que Phil también tenía lo que hay que tener para ser Mr. Olympia. A pesar de que ha pasado de ser un desconocido a la inmortalidad del culturismo, sigue siendo la misma misma persona que conocí hace seis años, un hombre educado con los pies en el suelo.
El 17 de septiembre de 2011, Phil ganó el título de Mister. Olympia. Incluso antes de la victoria del mundo de culturismo ya sabía que Phil tenía muy buena pinta. Sin embargo, basados en su físico de cuando había ganado el Sandow, no podían creerse lo especialmente espectacular que Phil estaba esa noche. Así que aquí hay varias fotos del cuerpo que le valió una victoria unánime ante el defensor del título Jay Cutler.
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